Un grupo de 5 niñas y 15 niños en la comunidad indígena de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera, ubicado en región centro de Guerrero en México, son instruidos en armas en una cancha deportiva, un lugar de juego para la mayoría de los niños, pero ellos, sin embargo, tienen otra misión: a su corta edad, les encargan la excesiva tarea de garantizar la seguridad en su pueblo. Son los nuevos miembros de la patrulla comunitaria porque los adultos han salido en busca de una familia secuestrada desde el pasado 19 de enero.
Este miércoles, 24 de enero, integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria-Pueblos Fundadores(CRAC-PF) tomaron protesta como integrantes a un grupo de 5 niñas y 15 niños, a quienes "armaron", aunque algunos solo tenían carrizos a manera de rifles.
El integrante de la CRAC-PF, Luis Morales Rojas, miembro del Consejo del Gobierno Náhuatl, dijo que los jóvenes de mayor edad se integrarán a la búsqueda de cuatro integrantes de una familia que fue secuestrada el pasado 19 de enero, y que los demás harán labores de vigilancia. A los niños, contó, se les capacitó en el manejo de armas como rifles calibre 22; escopetas de calibres 20, 16 y 410, así como pistolas.
Sin embargo, no es la primera vez que empuñan las armas. Ya en el año 2019, algunos se estrenaron como niños soldados: "Soy Adan, tengo 8 años. Soy el comandante de los niños", decía uno de los pequeños, como podemos ver en el video.
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Despojados de su inocencia, son obligados a matar y morir en los combates con los narcos, ante el desamparo del gobierno. En el año 2022 se desmantelaron los comandos infantiles con la promesa de que el ejército controlaría la zona, pero el apoyo militar sólo ha durado 2 años, porque de nuevo, los pequeños/as han vuelto a las armas.