Israel aplaza su plan de invadir la Franja de Gaza por tierra. Es la decisión que parece haber adoptado el Gobierno de Benjamin Netanyahu, que habría aceptado, según detalla el 'Wall Street Journal', demorar esta entrada ante la petición de Estados Unidos, que busca proteger a sus tropas antes de que el Ejército israelí entre con toda su fuerza en busca de milicianos de Hamás.

En su declaración de este miércoles, el primer ministro israelí ha comparecido para hablar precisamente de esa ofensiva por tierra, la cual ha dado por hecha y ha negado que vaya a explicar las "razones" que pueda tener para llevarla a cabo. "No especificaré cuándo ni las razones que se tengan en cuenta", ha aseverado.

No obstante, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha negado esta información, matizando que lo que ha solicitado es "si es posible sacar a esta gente sana y salva", en alusión a los rehenes secuestrados por Hamás. Además, otra fuente del Pentágono citada por Al Jazeera niega que se haya retrasado la invasión terrestre, añadiendo que Washington no determina las operaciones de las fuerzas israelíes.

Esta novedad llega en mitad de una guerra que no cesa y de una escalada que no solo es militar, sino también diplomática. En la jornada de hoy, se han dado intercambios de fuego entre Israel y el Líbano, con disparos de cohetes y el lanzamiento de un misil antitanque. Según Israel, han atacado dos "células terroristas". Sobre ese misil, Hizbulá se ha adjudicado la autoría, anunciando haber provocado muertos y heridos, información que Israel niega.

En esta jornada también se ha celebrado el encuentro de los dirigentes de Hamás, la Yihad Islámica y Hizbulá, que se han visto en Beirut para acordar "continuar con la coordinación y el seguimiento de los acontecimientos de forma diaria y permanente", según Hizbulá. Mientras, las víctimas en Gaza no dejan de aumentar. Los ataques de Israel ya han matado a más de 6.500 personas, de las cuales 2.700 eran niños.

Israel señala a la ONU y Erdogan entra en juego

La escalada diplomática nace de unas palabras de António Guterres, secretario general de la ONU, que ha matizado este miércoles. Lo que dijo fue que los "horribles" ataques de Hamás "no surgieron de la nada", ya que "el pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación". Guterres, "impactado" por la repercusión de sus palabras, ha explicado que la polémica viene por una "tergiversación" de sus palabrasm, dejando claro que no "justificó" los "actos de terrorismo" de Hamás, sino "lo contrario".

"Creo que es necesario dejar las cosas claras, especialmente por respeto a las víctimas y a sus familias", ha dicho antes del Consejo de Seguridad de la ONU. Como respuesta, Israel ha decidido bloquear los visados de los representantes de la ONU, considerando una "desgracia" las palabras de Guterres.

Así lo ha considerado el embajador israelí en las Naciones Unidas, Gilad Erdan, que cree que el secretario general "distorsiona la realidad". "Ayer dijo claramente que la masacre de Hamás 'no surgió de la nada'. Todo el mundo puede entender muy bien el significado de estas palabras, que Israel es culpable de las acciones de Hamás o, como poco, que representan una comprensión o una justificación por parte del secretario general de la masacre", critica.

Para Erdan, "ha llegado el momento de enseñarles una lección", toda una amenaza que eleva el tono diplomático del conflicto. Mientras, otro líder internacional, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que Hamás "no es una organización terrorista". "No tenemos problemas con el Estado de Israel, pero nunca hemos aprobado las atrocidades cometidas por Israel y la forma que actúa como una organización, más que como un Estado", critica.

El portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Lior Haiat, ha cuestionado estas palabras, calificando a Hamás como "organización terrorista despreciable que asesina brutal e intencionadamente a bebés, niños, mujeres y ancianos, toma como rehenes a civiles y utiliza a su propio pueblo como escudos humanos".

Sánchez muestra su apoyo a Guterres

En España, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha mostrado "todo el cariño y apoyo" a António Guterres, apostando por un alto el fuego en el conflicto "que permita la entrada de ayuda en Gaza".

"Habiendo dicho que condenamos los atentados terroristas en Israel y hemos defendido a la legítima defensa dentro del Derecho Internacional, creo que las imágenes que estamos viendo de muertes de civiles palestinos, de sufrimiento y de desastre humanitario, me sumo a todas las voces y en particular a la del secretario general de la ONU para que haya un alto el fuego que permita la entrada de ayuda en Gaza", ha trasladado el presidente del Gobierno en funciones.