Zeenat Bibi era una joven de 16 años que había decidido casarse con Hasán sin consultar a su madre. Después de que la progenitora tuviera conocimiento del casamiento, ya sucedido, castigó a su hija quemándola viva; según parece, algo común en Pakistán, pues es denominado 'crimen de honor'.
Tras el asesinato, el marido de Zeenat explicó a una cadena local que inicialmente habían huído. "Después de la boda vivimos juntos cuatro días, y su familia se puso en contacto con nosotros. Nos prometieron que organizarían una fiesta de boda dentro de una semana y que luego podríamos vivir juntos”, explicó el marido de Zeenat Bibi.
Al volver a casa, la madre de Zeenat cometió el crimen. "Ella no quería volver a casa, pero al final aceptó porque su tío le dijo que estaría segura", señaló Hasán.