Defensor del monstruo
Muere el abogado de Jöel Le Scouarnec, el excirujano pederasta francés condenado a 20 años de prisión
Los detalles El letrado, considerado una de las promesas del Derecho penal francés, se habría suicidado, según confirmó el Colegio de Abogados. Representaba a uno de los mayores depredadores sexuales conocidos en Europa.
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El abogado del excirujano francés Joël Le Scouarnec, condenado a 20 años de prisión por violar y agredir sexualmente a más de 300 niños y niñas, ha sido hallado muerto, aparentemente por suicidio, según el Colegio de Abogados de Francia. Considerado una prometedora figura del derecho penal, su decisión de defender a Le Scouarnec lo situó en el centro de la polémica, y la presión mediática podría haber influido en su trágico final.
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El abogado de Joël Le Scouarnec, el excirujano francés condenado a 20 años de prisión por violar y agredir sexualmente a más de 300 niños y niñas durante más de dos décadas, ha sido hallado muerto esta noche. Según ha informado el Colegio de Abogados de Francia, todo apunta a que se ha suicidado.
El penalista era una de las figuras más prometedoras del derecho penal en Francia. Con una carrera en ascenso y el respeto del mundo jurídico, su decisión de defender a uno de los delincuentes sexuales más conocidos del país lo colocó en el centro de la polémica. Aunque su profesionalismo nunca estuvo en duda, la presión pública y mediática que arrastraba desde el inicio del caso podría haber sido un factor determinante.
Joël Le Scouarnec, hoy con 74 años, fue condenado tras un proceso largo y extremadamente delicado. El tribunal lo declaró culpable de haber abusado de al menos 300 menores —la mayoría pacientes suyos, sedados en quirófano— entre 1991 y 2014. El horror de este caso no termina ahí: entre las víctimas había dos de sus propias sobrinas, y se descubrió que algunos miembros de la familia sabían lo que ocurría y eligieron guardar silencio.
Durante el juicio, el exmédico reconoció muchos de los abusos. Los peritajes psiquiátricos lo describen como un pedófilo compulsivo, obsesivo, con múltiples parafilias y una actitud fría. Mientras algunos familiares lo retrataban como un hombre "encantador" y con "carisma", sus compañeros de hospital lo describían como reservado, distante y parco. Detrás de su imagen pública de profesional ejemplar, se escondía un depredador.