Miles de manifestantes tomaron las calles de casi 80 ciudades de Estados Unidos para expresar su repudio a la decisión del Gobierno de Donald Trump de separar a las familias inmigrantes detenidas en la frontera, lo que calificaron de "inhumano" e "inmoral".

"Este llamado no es solo a la Administración sino a la sociedad estadounidense para que entienda que es inhumano lo que estamos haciendo a estos niños y estas madres", dijo Karla Estrada, fundadora de UndocuTravelers, uno de los grupos que participaron de la protesta nacional convocada por la organización Familias Unidas, No Divididas.

La activista fue parte de la concentración desarrollada en el Parque McArthur, en la ciudad de Los Ángeles y punto de encuentro de la comunidad centroamericana, en donde se dieron cita muchos inmigrantes que cruzaron la frontera de forma ilegal y expresaron su respaldo a los indocumentados.

Miles de personas se manifiestan en EEUU proclamando que la separación familiar es inhumana

"Es una cuestión de vida o muerte", manifestó la salvadoreña María Urque, quien en la década de 1980 cruzó la frontera sur de Estados Unidos junto a su familia y asegura que las medidas de la actual Administración en la Casa Blanca no van a detener la inmigración.

California fue probablemente el estado que más manifestaciones registró, con unas 18 ciudades que acogieron estas marchas en las que participaron defensores de los inmigrantes, grupos religiosos, sindicatos, legisladores demócratas y estudiantes.

En todas ellas los manifestantes pidieron la liberación de los menores retenidos y repudiaron además que el Gobierno esté considerando habilitar carpas en bases del ejercito para alojar a los niños.

Los manifestantes califican de "inhumano e "inmoral" la decisión del gobierno de Donald Trump de separar a las familias inmigrantes en la frontera

Durante la jornada, la organización Kids in Need of Defense (KIND) emprendió una campaña en internet para recoger 50.000 firmas con el fin de pedir a la Administración que detenga su política migratoria de mano dura, la misma que al terminar casi ya habían alcanzado su objetivo.

La jornada se celebrará en ciudades como San Diego, en el sur de California, el próximo 23 de junio. "Es importante que toda la nación entienda que lo que pasa aquí esta afectando a todo el país", dijo Marely Ramírez, una activista en esa ciudad.