El número de personas que han muerto a causa de la explosión que se ha producido en una mina de la localidad de Soma, ubicada en la provincia de Manisa, en el oeste de Turquía, ha aumentado a 157, según ha informado el alcalde de la ciudad homónima de Manisa, Cengiz Ergun, a CNN Turk, citando fuentes sanitarias.
El balance de Ergun todavía no ha sido confirmado por la Agencia de Gestión de Emergencias y Desastres Naturales de Turquía (AFAD), según la cual ya se han recuperado 17 cadáveres y 11 heridos graves, mientras que unos 200 seguirían atrapados. Por su parte, el líder del sindicato minero Maden-Is, Tamer Küçükgencay, ha elevado a 20 el numero de operarios fallecidos, de acuerdo con la agencia de noticias Dogan.
El ministro de Energía, Taner Yildiz, que se ha trasladado a Soma, ha alertado de que los balances recogidos por la prensa "pueden ser confusos". "No quiero dar cifras hasta que contactemos con los mineros (atrapados)", ha dicho. En un mensaje televisado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confiado en "recibir buenas noticias en las próximas horas", dado que "las operaciones de rescate han comenzado en cuanto se ha conocido el accidente".
Según las primeras hipótesis, la explosión tuvo su origen en una unidad de distribución de suministro eléctrico a unos dos kilómetros de profundidad. Este estallido y el posterior incendio dejaron bloqueado el ascensor y el humo complica las tareas de rescate. En el momento del suceso, unos 580 trabajadores se encontraban en el interior del yacimiento, de los cuales en torno a 280 ya han podido salir, según el periódico 'Hurriyet'. El resto permanecerían atrapados a unos cuatro kilómetros del exterior.