Una auténtica marea de franceses ha copado el centro de París contra el matrimonio homosexual. El blanco, el azul y el rosa, han sido los colores que han simbolizado el recorrido de estos manifestantes. Las primeras horas de la protesta fueron pacíficas, pero poco a poco se fueron calentando los manifestantes, intentando acceder a los Campos Elíseos, al igual que ocurriera en la anterior gran manifestación del 13 de enero.

Un grupo de manifestantes trató de saltarse la barrera policial que impedía el acceso a los Campos Elíseos, que la Prefectura de París había vetado a los organizadores. Ante el intento de algunos asistentes de saltarse el control policial "de forma extremadamente violenta". Los agentes de policía se han enfrentado con los jóvenes y luego se lanzó gases lacrimógenos para obligar a retroceder. El número de manifestantes superó hoy incluso las previsiones de la policía, ya que pensaron que acudirían unas 200.000 personas, siendo finalmente 100.000 personas más de las estimadas.

La Asamblea Nacional aprobó el texto del matrimonio gay hace un mes, pero todavía tiene que ratificarlo el Senado y volver a la Asamblea. Los organizadores consideraron que su movimiento gana en intensidad, pese a que el texto que legaliza las bodas entre personas del mismo sexo avanza en su trámite parlamentario.