Llegan a tierra con tres cuerpos sin vida, los de tres bebés: han muerto ahogados en el Mediterráneo junto a más de 100 migrantes que han desaparecido en el mar frente a las costas de Libia. Nadie, denuncia la ONG Proactiva, dio la voz de alarma para ayudar al bote naufragado.

"Es una vergüenza y es indignante. Ahora de golpe ni nos llaman. No estamos aquí para entorpecer las labores de la Guardia Costera. Estamos aquí para colaborar en que no se pierdan más vidas en el mar", apunta Óscar Camps, director de Proactiva Open Arms.

En el bote viajaban 120 migrantes, la mayoría subsaharianos, marroquíes y yemeníes. De ellos, solo 16, han sobrevivido. Aseguran que el bote se incendió tras una explosión. Ahora, serán trasladados a un centro de detención, a unos 25 kilómetros al este de Trípoli.

Más de 100 muertos solo unas horas después de que los líderes europeos llegaran a un acuerdo sobre migración. Un acuerdo de mínimos que deja a merced de la voluntad de los estados la acogida de inmigrantes.

Pero ni con acuerdo el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, parece bajar las armas, y rebajar la tensión. Este viernes le prohibía al barco Astral de la ONG española Proactiva acceder a uno de los puertos del país. Alegaba "motivos de orden público" y este domingo ha acusado directamente a la ONG de traficar con seres humanos.

Según Organización Internacional para las Migraciones, de lo que va de 2018, cerca de 43.000 migrantes han llegado a Europa y 972 han muerto.