No ha asimilado aún la muerte de su esposa cuando Tahar es informado de que su hijo de cuatro años también está entre los fallecidos. Las redes sociales se habían movilizado para encontrar el pequeño Kilian y su padre aún tenía la esperanza de encontrarle con vida. El tío del pequeño ha volado desde Italia y cuenta lo difícil que ha sido su identificación: "Ha hecho falta identificarlo a través del ADN".

La angustia también consume a aquellos que cuarenta horas después, no se explican cómo sus familiares siguen desaparecidos. Es el caso de Adelio, que busca a su hija mientras cuida de su nieta en el hospital: "Está desaparecida desde el ataque del camión, no la podemos encontrar".

Según el ministro García Margallo, no hay españoles heridos ni fallecidos. Entre los testimonios que deja el ataque de Niza también hay lugar para la esperanza. Lo sabe Farid, que fue atropellado por el camión y pese a sus siete costillas rotas ha podido acudir a la boda de su hija.

También otro bebé de tan solo ocho meses, encontrado por una mujer en el paseo de los ingleses y que, tan solo unas horas después y gracias a la ayuda de ciudadanos anónimos en redes sociales, ya está de vuelta en casa con su familia.