Ira en las calles palestinas por lo que Trump llama "el acuerdo del siglo" y para el presidente palestino es en realidad "la bofetada del siglo". En el plan entre el presidente de Estados Unidos y el israelí, los palestinos no han podido hacer nada.

Trump concede a Israel gran parte de sus históricas reclamaciones mientras que las condiciones ahogan a Palestina, la hacen inviable.

El mapa, según Trump y Netanyahu, quedaría con el control del Valle del Jordán y Jerusalén como capital israelí. Las migajas, pequeños suburbios en las afueras de Jerusalén Este, serían para Palestina.

El plan, desvelado casi a la vez que la imputación de Netanyahu por corrupción, pretende convencer a los palestinos con dinero: 45.420 millones de euros. Además, Israel se comprometería a congelar sus asentamientos durante cuatro años.

En este tiempo Israel ha multiplicado sus asentamientos en territorio palestino. La preocupación ahora es que esto lleve a más violencia en la zona.

Podría aumentar la violencia

Los palestinos de la Franja de Gaza han secundado una huelga general en señal de protesta contra el plan de paz para Oriente Próximo ideado por el presidente estadounidense. Los comercios, los edificios gubernamentales y los centros académicos no han abierto sus puertas, por lo que el territorio palestino ha quedado prácticamente paralizado.

La huelga general fue convocada a última hora del martes por el Comité de las Facciones Nacionales e Islámicas en Gaza contra 'el acuerdo del siglo'.

También hubo protestas en las localidades gazacíes de Rafá y Bureij. Los manifestantes quemaron imágenes de Trump y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y llevaban pancartas en las que podía leerse: "Palestina no está en venta".

La huelga general también se ha seguido en buena medida en los campamentos palestinos de Líbano, que acoge a unos 600.000 refugiados palestinos. El plan de paz contempla, entre otras cuestiones, que los palestinos que huyeron con la creación del Estado de Israel obtengan la nacionalidad de los países de acogida, negando así el derecho al retorno.

Este miércoles ha tenido lugar una protesta en el valle del Jordán, un territorio que el plan de paz deja en manos israelíes. Las fueras israelíes han atacado con porras, bombas aturdidoras y gases lacrimógenos dejando al menos once heridos, según WAFA.

'El acuerdo del siglo' señala a Jerusalén como la capital "indivisible" de Israel, que retendría el control de las colonias judías y del valle del Jordán, mientras que Palestina tendría su capital en Jerusalén Este.

Trump defendió, en una comparecencia en la Casa Blanca junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que es una solución "realista" para garantizar la convivencia pacífica de dos estados y urgió a los palestinos a aceptar esta "oportunidad", que "podría ser la última".