La OMS ya está en Wuhan después de un accidentado proceso de negociación con las autoridades chinas y con un objetivo claro: investigar cuál es el origen del SARS-CoV-2 que ha puesto patas arriba el mundo en solo un año.

La cadena estatal CGTN ha mostrado este jueves la llegada de los científicos de la Organización Mundial de la Salud al aeropuerto de Singapur, donde han sido recibidos por personal enfundado en trajes blancos de protección. Posteriormente se han trasladado a Wuhan, y antes de continuar con sus pesquisas, deberán seguir el protocolo anti-COVID y guardar cuarentena de 14 días.

Los trece miembros del equipo han sido testados y dos de ellos han dado positivo en anticuerpos de la enfermedad, por lo que se les hará una nueva prueba para confirmar el diagnóstico, tal y como ha compatido la OMS en su Twitter oficial. Estos dos miembros permanecen en Singapur hasta que sea seguro reunirlos.

Saber más del virus

La OMS quiere saber más sobre el nuevo coronavirus: en todos estos meses de pandemia, solo se sabe que es un virus que se transmite de animal a hombre, pero se desconoce su origen y sus canales de transmisión.

Existen sospechas de que murciélagos oriundos del sur de China o el pangolín podrían haber participado en su transmisión, que podría haber pasado por más de una especie antes de llegar al ser humano.

Según un informe de Términos de Referencia (TOR) para China que la OMS publicó el 31 de julio, no está claro si el mercado wuhanés "fue la fuente de la infección, si actuó como amplificador para el contagio entre humanos o fue una combinación de esos factores".

¿Quiénes son?

La misión, "prioritaria" para la OMS, está formada por científicos de diversas organizaciones internacionales provenientes de Estados Unidos, Japón, Rusia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Vietnam, Alemania y Catar.

La llegada del equipo ha sido polémica después de que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmase estar "muy decepcionado" por las trabas que Pekín estaba poniendo a la misión tras meses de negociaciones, aunque las autoridades chinas han negado estos impedimentos.

El etíope había elogiado continuamente a Pekín por su colaboración en la pandemia a lo largo de 2020, algo que le valió duras críticas en Occidente, especialmente por parte de Estados Unidos, cuyo Gobierno ha acusado repetidamente a China de ser culpable de la propagación mundial del virus.

China apunta a alimentos congelados del extranjero

Entretanto, la prensa oficial china ha planteado en los últimos meses una narrativa alternativa según la cual el brote inicial de la pandemia podría haber estado relacionado con las importaciones de alimentos congelados o haber surgido antes en otros países.

En un artículo de opinión, la agencia estatal Xinhua señala hoy que "hay más pruebas" de que el COVID-19 habría circulado fuera de China antes de lo que se creía y apunta a supuestos casos registrados a lo largo de 2019 en países como Brasil, Italia, España y Francia.

"Encontrar el origen del virus es un rompecabezas científico. Que Wuhan fuera la primera ciudad en detectarlo no significa que su origen esté allí", asegura el medio.

También indica que afirmar sin pruebas que el brote comenzó en un solo país es "peligroso y contraproducente", y que la investigación debe llevarse a cabo simultáneamente en otros lugares del mundo "para recopilar la mayor cantidad de información posible".

Aunque expertos de la OMS ya visitaron China en febrero y julio del año pasado -sin que trascendieran demasiados detalles-, la organización de esta misión se ha demorado durante meses y ha estado rodeada de secretismo, tanto por parte de ese organismo como de las autoridades chinas.

Xinhua se ha apresurado a defender la "buena predisposición" del país respecto al viaje en cuanto que "China apoya una investigación científica basada en los hechos" y ha criticado a los "políticos occidentales, particularmente estadounidenses, que no han dejado de atacar a China con rumores infundados" sobre el origen del coronavirus "bajo la presunción de que China tiene la culpa".

Primer muerto desde mayo

La llegada del grupo de expertos se produce el mismo día en que las autoridades sanitarias chinas han informado de un nuevo fallecimiento por el COVID, el primero desde el pasado 17 de mayo.

Con este nuevo deceso, la cifra oficial de fallecimientos por COVID en la China continental se sitúa en 4.635. Según las autoridades, el deceso se produjo en la provincia nororiental de Hebei, que circunda Pekín, y que es escenario de un rebrote que ha llevado al cierre de tres ciudades, entre ellas la capital provincial, Shijiazhuang, de 11 millones de habitantes.

Asimismo, China detectó hoy 138 nuevos casos del coronavirus, el dato de nuevos contagios más alto desde principios de marzo. De ellos, 124 se produjeron por contagio local.

A fin de hacer frente a los rebrotes y evitar mayores contagios, el país decidió cancelar en varias provincias las celebraciones del Año Nuevo lunar, las más importantes en el país asiático, y que este año se celebran a partir del 12 de febrero.