La Justicia francesa está investigando si la campaña de las presidenciales de Emmanuel Macron en 2017, en las que fue elegido por primera vez, tuvo una financiación ilegal a través de la consultora McKinsey.
Según 'Le Parisien', tres jueces instructores han sido designados para dirigir esta investigación por los cargos de "favoritismo" y "financiación ilegal de una campaña electoral". En el centro de las pesquisas está McKinsey y los contratos públicos multimillonarios.
Son la consecuencia de un primer procedimiento abierto a finales de marzo por blanqueo agravado de fraude fiscal sobre esa consultora por la Fiscalía Nacional Financiera y que condujo a un registro de la sede de McKinsey en París, en mayo pasado.
Esa acción judicial se activó a partir de un informe de una comisión de investigación del Senado sobre la influencia creciente de las consultoras en el trabajo de las administraciones públicas durante el mandato de Macron.
La comisión parlamentaria, creada por iniciativa de un grupo de senadores de oposición de izquierdas, ponía el acento en sus conclusiones en que desde 2018 el Gobierno había duplicado el recurso a consultoras privadas para múltiples trabajos de la Administración del Estado, hasta representar 894 millones de euros en 2021.
Se quejaba de que ese aumento de contratos atribuidos a las consultoras se había hecho sin transparencia y además hacía hincapié en que McKinsey, que era una de las principales beneficiarias, no había pagado el impuesto de sociedades entre 2011 y 2020.
Macron respondió a finales de marzo a los reproches que le hizo la oposición durante la campaña para las elecciones presidenciales de abril de este año -en las que fue reelegido- señalando que lo que tenían que hacer los que sospecharan de que hubo de manipulación, si tenían pruebas, era llevar el caso a los tribunales.
La Fiscalía Nacional Financiera abrió una investigación el 31 de marzo sobre posibles delitos fiscales, pero en aquel momento no se hizo alusión directa a McKinsey. 'Le Monde' reveló que ese gabinete había trabajado para la campaña electoral de 2017 del actual presidente francés. Además, algunos de sus empleados pasaron después a ocupar puestos de responsabilidad en el partido de Macron, La República en Marcha (LREM) o en gabinetes ministeriales de su Ejecutivo.