El Ejército israelí ordenó este lunes la evacuación forzosa de las costas libanesas al sur del río Awali, ubicado a más de 50 kilómetros de la frontera entre Israel y Líbano, mientras prosigue su ofensiva contra el grupo chií Hizbulá en el país.
"Las actividades de Hizbulá obligan al Ejército a actuar en su contra y el Ejército actuará pronto en la zona marítima contra las actividades terroristas de Hizbulá", dijo en un mensaje el portavoz en árabe de las fuerzas israelíes, Avichay Adraee.
Adraee solicitó a los civiles, incluidos bañistas o pescadores, que eviten estar en el agua frente a las costas libanesas o incluso en las playas ubicadas al sur del Awali.
Desde que comenzó su invasión del sur de Líbano, que Israel caracteriza de "incursiones limitadas" contra infraestructura de Hizbulá junto a la frontera, el país ha solicitado la evacuación de más de un centenar de localidades libanesas, incluida la ciudad de Nabatieh, una de las más importantes de la zona.
En todos los casos Israel ha pedido a los civiles que se dirijan al norte del río Awali, ubicado a más de 50 kilómetros de la frontera.
La zona está mucho más al norte que el río Litani (30 kilómetros), que marca el área desmilitarizada designada por la ONU tras la guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá, donde no debe haber presencia armada más que de las autoridades libanesas y de la misión de Naciones Unidas en el país (UNIFIL), lo que hace temer una expansión de la ofensiva.
Israel lleva casi un año intercambiando fuego con el grupo chií Hizbulá a través de la frontera libanesa, y el pasado lunes, después de una semana de intensos bombardeos contra el sur y el este del país, anunció el envío de tropas al sur de Líbano para desmantelar infraestructura de la milicia.
Desde entonces, al menos once soldados israelíes han muerto en los combates, según las cifras publicadas por el Ejército israelí.
Mientras, los intensos bombardeos israelíes, concentrados sobre todo en el sur y el este de Líbano pero también en la capital, Beirut, han dejado ya más de 2.000 muertos y un millón de desplazados, según las autoridades libanesas.