Caso inédito

Un hombre sobrevive en Italia tras pasar dos días en su casa con una flecha clavada en la cabeza

Los detalles "Un milímetro más allá, y el paciente habría muerto instantáneamente. Tuvo suerte", explicó el médico cirujano que lo atendió en un hospital de Ancona, situado en el centro de Italia.

Instrumentos quirúrgicos en un quirófano.Instrumentos quirúrgicos en un quirófano.Mark Humphrey/AP
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Un italiano de 64 años sobrevivió tras pasar dos días con una flecha clavada en la cabeza antes de ser ingresado consciente en un hospital de Ancona (centro) donde se le operó y permanece en estado grave, informaron este martes los medios italianos.

Según una primera reconstrucción, el hombre sobrevivió dos días en casa con una flecha alojada en la cabeza, que se había disparado con su propia ballesta, se desconoce si por error o en un intento de suicidio, recoge EFE.

El médico Maurizio Iacoangeli, jefe de Neurocirugía del Hospital Torrette de Ancona, explicó que "el paciente había llegado consciente, con los ojos abiertos. Balbuceaba incoherentemente, pero hablaba. Llevaba dos días sin comer ni beber, solo en casa. La flecha le impedía incluso girar la cabeza", en declaraciones al diario Corriere della Sera.

"Si la flecha sigue el camino correcto. Si evita las áreas nobles del cerebro, las llamadas estructuras elocuentes, la arteria pericallosa, el seno sagital superior, los vasos venosos mayores, entonces puede suceder. Un milímetro más allá, y el paciente habría muerto instantáneamente. Tuvo suerte", explicó el médico.

El material de la flecha, clave

Además, el material de la flecha, el carbono, permitió una buena realización de la tomografía computarizada y se pudo planificar mejor la cirugía. "Porque no se trata tanto de extraerla, sino de extraerla sin provocar una hemorragia masiva. La flecha actúa como un tapón.

Si la extraes, corres el riesgo de que se abra el orificio", agregó. Ahora se deberá esperar "que el paciente sobreviva, pues pasó dos días sin comer ni beber y podría desarrollarse una infección", señaló y adelantó que "hoy en día se habla mucho de la plasticidad cerebral, es decir, de que una parte del cerebro compensa funciones perdidas en otras partes. Creo firmemente en ello".

Un caso inédito

Iacongeli explica a la prensa italiana cómo había visto balas y cuchillos incrustados en la cabeza, incluso un arpón de pesca, pero no una situación así, más asimilables a escenarios de guerra: "Es extremadamente raro. Es más fácil verlos en situaciones de guerra", apunta. De igual forma, y tal y como ha experimentado en otros casos, puede que el paciente, si sobrevive, llegue a experimentar cambios cerebrales fruto de este accidente.