Un conductor de autobuses ha sembrado el pánico en Italia al intentar llevar a cabo una auténtica masacre. De 47 años y de origen senegalés, pero con nacionalidad italiana desde hace 17 años, ha secuestrado un autobús con 51 menores de unos 12 años y tres profesores de la Escuela Media Vailati de Crema, cerca de Milán.

Previamente, Sy había llenado el vehículo con recipientes de gasolina que habría rociado. Durante el secuestro, quitó los teléfonos móviles de los menores y profesores y pidió a los docentes que maniataran a los menores con bridas de plástico. Según una de las víctimas que viajaba en el autobús, el conductor les amenazó: "Si nos movíamos, derramaría la gasolina y prendería fuego".

La actuación de este conductor podría tener un lazo como venganza contra las políticas del Gobierno de Di Maio y Salvini. "Gritaba que las personas de África mueren por culpa de Di Maio y Salvini", según recoge el diario 'La Repubblica' con los primeros testimonios de los alumnos.

Sorprendentemente, uno de los alumnos consiguió contactar con los carabineros, que lograron rescatar a todos los alumnos del autobús antes de que las llamas lo cubrieran por completo. Rompieron las ventanas traseras del vehículo para que los niños pudieran escapar.

Ninguno de los alumnos ha resultado herido de gravedad, aunque 12 han tenido que ser trasladados al hospital con un principio de intoxicación y leves quemaduras. El diario italiano ha hecho una reconstrucción de los hechos: el conductor tenía que trasladar a los alumnos de la escuela media Vailati di Crema a un gimnasio.

No obstante, no siguió el recorrido habitual y comenzó a gritar y a amenazar con un mechero y una lata de gasolina. Ahora está detenido por secuestro de personas e intento de homicidio, agravado por la minoría de edad de las personas afectadas. Ousseynou Sy llevaba como conductor desde 2004 y contaba con antecedentes penales por conducción bajo los efectos del alcohol y violencia sexual.

Uno de los menores que iba en el autobús ha asegurado que el conductor dijo que "quería vengar las muertes de sus hijas en el Mediterráneo", unas muertes de las que ha culpado a Salvini, que no ha tardado en preguntarse "por qué una persona con tales antecedentes conducía un autobús para el trasporte de niños".