Un pintor ruso ha clavado sus testículos a los adoquines de la Plaza Roja de Moscú para simbolizar la apatía de la sociedad rusa. No es la primera vez que Piotr Pavlenski recurre a métodos extremos. El año pasado, se cosió la boca para apoyar a las Pussy Riot, encarceladas por cantar contra Putin en una iglesia.