Los socialistas franceses confiaron al exministro Benoît Hamon, representante del ala izquierdista del partido, la difícil tarea de mantener el poder en las presidenciales de abril próximo, al darle una contundente victoria en las primarias frente al exprimer ministro Manuel Valls.
Hamon, que se define como el representante de una izquierda de futuro, logró más del 58% de los sufragios en la segunda vuelta de las primarias, en las que, según las estimaciones, votaron unos dos millones de franceses.
Una participación en alza que el nuevo candidato socialista aseguró que le dará impulso en la compleja tarea de lanzar su campaña al Elíseo que los sondeos le auguran complicada, puesto que en ningún caso le sitúan en la segunda vuelta.
Un sondeo publicado otorga a Hamon el 15% de los votos en las presidenciales, frente al 25% de la ultraderechista Marine Le Pen, el 22% del conservador François Fillon y el 21% del social-liberal Emmanuel Macron.
Pero Hamon dijo mantener la fe en la victoria, para lo que consideró imprescindible "unir a la izquierda" tras las heridas surgidas en las primarias entre la facción progresista que dice representar y la moderada que encarnaba Valls.