Grecia ha retomado la devolución de migrantes y refugiados hacia Turquía, que estaba suspendida, con la deportación precista de un total de 140 personas. La primera embarcación salió desde las islas de Kos y Samos hacia Lesbos, con 95 refugiados, mientras que en la segunda partían los 45 restantes, todos de nacionalidad paquistaní.
En el puerto de la isla un grupo de activistas protestó contra las deportaciones golpeando contra los barrotes del muelle que había sido cerrado al público. Tres personas, dos hombres y una mujer, se lanzaron al agua y se colgaron de la cadena del ancla del barco que ya estaba partiendo, con el objetivo de evitar que la embarcación de Frontex pudiera continuar su viaje.
Según pudo verse en las imágenes en directo, los activistas finalmente accedieron a subir una lancha de la guardia costera griega y a volver al puerto. El lunes anterior Grecia devolvió a Turquía a los primeros 202 migrantes y refugiados, en su mayoría paquistaníes y afganos, pero también bengalíes y dos sirios.
Posteriormente tuvo que suspender la operación de devolución ante la avalancha de solicitudes de asilo, la mayoría de las cuales no han podido ser procesadas al no haber llegado todavía suficiente personal de la Oficina Europea de Asistencia al Asilo (EASO). Mientras tanto, diversas ONG han criticado la situación en los campos de detención como el de Moria, donde se hacinan más de 3.000 personas, en muchos casos sin contar con información y atención legal suficientes.
Por otro lado, el Gobierno no logra convencer a los miles de migrantes y refugiados que se encuentran en los campamentos improvisados del puerto ateniense del Pireo y de la fronteriza Idomeni a permitir que se les traslade a centros organizados.
Además, las autoridades del puerto del Pireo tan solo lograron trasladar a otros centros a unas 70 de las 4.660 personas que se encontraban en el puerto. Otras 700 personas tan solo accedieron a que se les llevara del muelle E3 al E1. El objetivo era vaciar este muelle, la arteria principal del tráfico marítimo hacia las isla, antes de que comiencen en algo más de dos semanas las vacaciones de la Pascua ortodoxa.