La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, aseguró que su gabinete está "completamente unido" respecto a la reforma legal acordada "en principio" y cuyo contenido se anunciará en un plazo de 10 días tras los ataques del viernes en dos mezquitas.

"Hay muchos neozelandeses que cuestionan que haya armas semiautomáticas disponibles", dijo en rueda de prensa Ardern, que evitó precisar si la reforma incluirá, tal como se esperaba que anunciara, la prohibición de este tipo de armas, utilizadas en el atentado. "Hay detalles que hay que mirar. No se trata solo de ciertos puntos de la ley. Es simplemente por esto que nos tomaremos un tiempo, para que salga bien", añadió al justificar el retraso.

Ardern subrayó que los ataques del viernes "pusieron de manifiesto una serie de debilidades en la ley de armas" de su país y que todo el Ejecutivo coincide en la necesidad de realizar cambios, incluido su socio de coalición, NZ First, que con anterioridad se había opuesto a ello.

La primera ministra neozelandesa añadió que la reforma no estará dirigida contra los propietarios de armas, en especial en zonas rurales, pero alentó a los que tengan armas en casa a entregarlas a la Policía. "Si alguien tiene un arma y está preocupado por los hechos del viernes le invitamos a entregarla a la Policía y le animo a hacerlo", dijo.

En la comparecencia, Jacinda Ardern llamó además a los responsables de todas las redes sociales a tomar medidas para prevenir la incitación al odio y la violencia, después de que Tarrant retransmitiera en directo por Facebook el ataque en la primera mezquita. Aseguró que Facebook e Instagram siguen retirando imágenes del atentado pero consideró que estas plataformas pueden hacer más.