El Ministerio de Exteriores
El Gobierno alemán defiende la decisión da catalogar de "extremista" a AfD tras las acusaciones de "tiranía" de EEUU
Los detalles El Ministerio de Exteriores alemán ha defendido como democrática la decisión después de que Marco Rubio, secretario de Estado de Trump, señalara que la calificación era una "tiranía disfrazada".

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El Gobierno alemán defiende la decisión de su inteligencia de calificar al partido Alternativa por Alemania (AfD) como un "caso seguro de extremismo de derechas", pese a las críticas del propio partido y de Estados Unidos. La Oficina para la Protección de la Constitución, parte del Ministerio del Interior, con su decisión, abre la posibilidad de que AfD pueda ser objeto de mayor vigilancia, lo que ha provocado que sus líderes, Alice Weidel y Tino Chrupalla, acusen al Gobierno de intentar desacreditar a la principal fuerza de la oposición. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, también criticó la medida, calificándola de "tiranía disfrazada". Sin embargo, el Ministerio de Exteriores alemán insiste en que la decisión es democrática y está basada en una investigación exhaustiva para proteger la constitución y el Estado de derecho.
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El Gobierno alemán se mantiene firme en que la decisión de la inteligencia germana de calificar al partido Alternativa por Alemania como un "caso seguro de extremismo de derechas" es democrática. Y lo hace pese a las acusaciones de la propia formación e incluso de Estados Unidos.
La polémica se generó este viernes por la mañana, cuando la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV), más conocida como los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior, calificara de "caso seguro de extremismo de derechas" a la formación liderada por Alice Weidel, lo que provoca que se pueda aumentar la vigilancia sobre el partido a nivel nacional.
Obviamente, la decisión no sentó bien en el seno de AfD. Alice Weidel y Tino Chrupalla, los dos líderes del partido, afirmaron en un comunicado que el objetivo del servicio de inteligencia alemán es descalificar y desacreditar a una formación que es la principal fuerza de la oposición y a la que algunas encuestas sitúan como primera en intención de voto.
"La decisión de hoy de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución es un duro golpe a la democracia de Alemania en su conjunto. En las actuales encuestas AfD va en cabeza como primera fuerza. Al Gobierno solo le quedan cuatro días en el cargo", enfatizaron al aludir a los sondeos de intención de voto más favorables para el partido y que señalan que el partido ahora se ve "desacreditado públicamente y criminalizado" cuando son la primera fuerza de la oposición.
A esa crítica también se sumó el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, que llegó a hablar de "tiranía disfrazada". "Alemania acaba de otorgar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición. Eso no es democracia, es una tiranía disfrazada", aseguró Rubio en redes sociales.
En este mismo comunicado, ha indicado que lo "verdaderamente extremista" son las "letales políticas migratorias de fronteras abiertas" que tiene el país europeo, y no un partido como la AfD, al que ha descrito como "popular", ya que, según la justificación que ha dado, quedó en "segundo lugar en las recientes elecciones".
No obstante, el Ministerio de Exteriores alemán ha respondido a Rubio y ha enfatizado en que la decisión es plenamente democrática: "Esto es la democracia. La decisión es el resultado de una investigación exhaustiva e independiente para proteger nuestra constitución y el Estado de derecho".
"Serán tribunales independientes quienes tengan la última palabra. Hemos aprendido de nuestra historia que el extremismo de extrema derecha debe ser detenido", remachó el Ministerio que ha dirigido durante la última legislatura la verde Annalena Baerbock.