El rastro de Meng se perdió el pasado 29 de septiembre, cuando embarcó en un avión con destino a su país, y su familia no tiene noticias desde entonces de su paradero.

La policía francesa abrió hoy una investigación, mientras la prensa de Hong Kong desveló que este antiguo miembro del Gobierno chino estaba siendo investigado en su país y puede haber sido víctima de una purga interna del régimen.

Su esposa, que permanece con sus hijos en Lyon, la ciudad francesa donde tiene su sede Interpol, dejó transcurrir unos días durante los que crecía su inquietud por la ausencia de noticias de su marido.

Anoche acudió a la policía francesa, que tras tomarle declaración en una comisaría, abrió una investigación por desaparición inquietante, según confirmaron fuentes próximas al caso, y las pesquisas están a cargo de la dirección interregional de la Policía Judicial de Lyon.

Interpol se limitó a indicar, en una escueta declaración, que es un asunto que compete a las autoridades de Francia y China, y que la continuidad de su misión está garantizada, ya que el peso operativo recae en el secretario general, el alemán Jürgen Stock.

Además, precisó que debe respetar las normas de confidencialidad que le marcan sus estatutos.

Por su parte, el Ministerio de Interior francés compartió hoy en un comunicado su "preocupación" por la desaparición de Meng, así como por las amenazas que ha recibido su esposa, y señaló que ha puesto a disposición de la familia un "dispositivo policial adaptado" para garantizar su seguridad.