El Gobierno francés ha acusado a los agricultores de sus países vecinos, incluida España, de "competencia desleal", como intento de aproximarse unos agricultores muy descontentos que mantienen sus protestas. Ha sido el primer ministro francés, Gabriel Attal, quien ha anunciado que están estudiando "medidas adicionales" a nivel nacional y europeo en respuesta a la demanda de los agricultores contra la "competencia desleal" de otros países.

"Sé muy bien que todavía no hemos respondido a la inquietud y al malestar de nuestros agricultores. Estoy decidido a avanzar rápidamente. Siempre que podamos tomar decisiones inmediatamente, las tomaremos. Tendremos que tomar otras decisiones con ellos en las próximas semanas", ha declarado Attal.

En este sentido, Attal ha defendido que sus agricultores "no piden algo extravagante ni insuperable": "Quieren que se les tenga en cuenta, poder trabajar y recibir una remuneración por su trabajo (...). Seguiremos avanzando contra la competencia desleal", ha señalado, a lo que ha añadido: "Ver normas impuestas que no se imponen a otros y ver productos no sujetos a esas reglas en territorio nacional se llama competencia desleal".

Para Attal, "lo que está en juego aquí es absolutamente fundamental" para su país: "Nuestra agricultura es, ante todo, una parte importante de la identidad de Francia". "No queremos importar el 40% de nuestras frutas y verduras cuando tenemos todas las posibilidades de producir en nuestro país", ha defendido.

De esta forma, el primer ministro francés ha echado balones fuera de sus fronteras, y ha asegurado que el problema con sus agricultores no viene de su gobierno, sino de otros países europeos, como España, bajo la excusa de que "no es normal que puedan usar pesticidas o herbicidas prohibidos" en el país galo, el mayor productor agrícola de toda Europa.

Se trata de discurso nacionalista similar al de la extrema derecha de Marine Le Pen, que intenta capitalizar la ira de los agricultores.

En los últimos días, hemos visto camiones calcinados en Narbona, en el sudeste de Francia. Precisamente, allí se se han vivido escenas como la que muestra el vídeo principal que acompaña a la noticia, de agricultores en cólera incendiando mercancía extranjera para segundos después celebrar su vuelco.

Además, en la misma zona se han grabado imágenes en las que se aprecia cómo han reventado botellas de vino importadas de otros países. "Tengo un compañero en Nimes que no se atreve a moverse porque lleva vino, que es una mercancía que les perjudica a ellos, y tiene miedo de que se la tiren", expresa al respecto un conductor.

Agricultores amenazan con bloquear París

Y es que a pesar de que las protestas se han desinflado en las últimas horas, ya se están preparando para lo que viene en los próximos días, también, en el centro de Francia. En Clermont-Ferrand, han soldado la puerta de un edificio institucional, y amenazan con bloquear de manera indefinida París a partir de este lunes.

Ante esta situación París se prepara para la 'tractorada' de los agricultores franceses a partir de este lunes. Por el momento, ya se han desplegado blindados a pocos kilómetros de la capital francesa.