El Gobierno francés ha anunciado el fin de las mascarillas en espacios cerrados y el certificado de vacunación a partir del 14 de marzo.

Los ciudadanos podrán dejar de usar este elemento de protección en la mayoría de espacios donde seguía siendo obligatorio, aunque se seguirá exigiendo en el transporte público y en los centros sanitarios, según recoge 'BFM TV'.

También decaerá el certificado de vacunación, que solo se pedirá para acceder a los hospitales. También seguirá en vigor la vacunación obligatoria.

El primer ministro francés, Jean Castex, ha celebrado que estas medidas son posibles gracias a que la situación sanitaria ha mejorado en las últimas semanas, consecuencia de "los esfuerzos colectivos" de la sociedad francesa.

Previamente, el ministro de Salud, Olivier Véran, había fijado una serie de criterios para retirar el certificado de vacunación, como rebajar a menos de 1.500 los pacientes en cuidados intensivos, contar con una incidencia acumulada menor de 500 positivos por cada 100.000 habitantes y una tasa de propagación del virus menor de uno.

A día de hoy Francia cuenta con 2.329 pacientes graves y una incidencia de 584, por lo que los requisitos fijados por Véran aún no se cumplen. Sin embargo, las autoridades del país consideran que la tendencia de la pandemia se mantiene a la baja en las últimas jornadas. De hecho, la incidencia se ha reducido en casi un 30% en la última semana.

Francia ha confirmado más de 22,2 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, que ha causado la muerte de más de 136.000 personas. La última ola de infecciones, provocada por la variante ómicron, llegó a dejar cifras superiores a los 330.000 positivos diarios.