Trump no cree en la casualidad
Escaleras mecánicas que se paran y fallos en el prompter: Trump acusa a la ONU de complot por los errores a su llegada
Los detalles La Casa Blanca se ha tomado muy en serio algunos fallos ocurridos en la Asamblea de la ONU y ha pedido una investigación que hasta podría incluir a la CIA.

Resumen IA supervisado
Donald Trump enfrentó varios contratiempos durante su llegada a la Asamblea General de la ONU, lo que ha generado malestar en él y su equipo. Al entrar al edificio, las escaleras mecánicas se detuvieron, atrapando a Trump y provocando un tropiezo de Melania. Además, el 'teleprompter' falló, obligando a Trump a improvisar su discurso, lo que él tomó con humor, al menos de cara a la galería. La Casa Blanca ha solicitado una investigación, sugiriendo un posible sabotaje, basando sus sospechas en supuestas bromas previas del personal de la ONU sobre detener escaleras o ascensores debido a los recortes de Trump en donaciones.
* Resumen supervisado por periodistas.
Donald Trump tuvo este martes una accidentada llegada a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde sufrió una serie de imprevistos que no le han gustado ni a él ni a su equipo. Lejos de dejarlo correr, han pedido que se investiguen los hechos y han denunciado, sin pruebas, que todo ha sido un boicot.
Comenzaba nada más entrar en el emblemático edificio neoyorkino que alberga la sede de la ONU, cuando las escaleras mecánicas se pararon en seco, dejando a Trump atrapado y provocando un tropiezo de Melania Trump. "Si la primera dama no estuviera muy en forma se habría caído, pero está muy en forma. Ambos nos mantuvimos de pie", declaró posteriormente el presidente de Estados Unidos en la Asamblea. "Ahora funciona, simplemente continuó", deslizó a su salida.
Justo después, los problemas continuaron y anunció que iba a tener que tirar de labia personal, ya que el 'teleprompter' con el que iba a leer su discurso no funcionaba. "No funciona... Quien esté manejando el 'teleprompter' se encuentra en serias dificultades", bromeó, provocando las risas de los asistentes.
Sin embargo, pese a las bromas de cara al público, tanto él como su equipo parecen haberse tomado estos errores muy en serio y, unas horas después, la Casa Blanca dijo que estos sucesos obligan a una investigación y que incluiría a la CIA si hace falta. "No me parece una coincidencia. Me consta que tenemos personal investigando, incluyendo los servicios secretos, parta llegar al fondo de esto", afirmó la portavoz, Karoline Leavitt.
El Gobierno basa sus sospechas en que hace unos días un periódico publicó que algunos miembros del personal de la ONU habían bromeado con pararle las escaleras o el ascensor a Trump a su llegada por haber bajado las donaciones a la organización.
Lejos de relativizar lo ocurrido, la Casa Blanca habla prácticamente de un sabotaje y el ala mediática radical lo califica incluso de motín y ataque. Tal ha sido su reacción que el comentarista político conservador Jesse Watters dijo en Fox News que "lo que tenemos que hacer es dejar la ONU o bombardearla". "Pero está en Nueva York, ¿no?", se planteó. Otra prueba más de cómo trivializan sus conflictos hasta el punto de parecer un chiste.