"Ahora mismo hay un alto riesgo de nuevos atentados. Recordamos que las autoridades tienen capacidad y competencias para establecer medidas de control y seguridad, cortes o controles policiales en las calles, evacuación de edificios, así como otras medidas de excepción", advierte la legación en un comunicado.
La embajada pidió a los españoles inscritos en la delegación diplomática que se mantengan informados de la evolución de la situación, que eviten las aglomeraciones, sitios públicos y lugares turísticos y que estén alertas y debidamente documentados cuando salgan a la calle, entre otras cosas.
La cadena de atentados con bomba comenzó el jueves con una explosión en un mercado de la provincia de Trang (sur) y se ha prolongado hasta el viernes. En total, al menos una docena de artefactos explosivos han estallado en cinco ciudades y otros han logrados ser desactivados o detonados por los artificieros.
Las cuatro víctimas mortales son tailandeses, dos perdieron la vida en el enclave turístico de Hua Hin (sur), otro en Trang y el cuarto en la provincia de Surat Thani (sur). Entre los heridos hay diez extranjeros, cuatro alemanes, tres holandeses, dos italianos y un austríaco, todos ellos víctimas de la segunda bomba que estalló anoche en Hua Hin.
Algunos de ellos son atendidos de heridas de gravedad en los hospitales de la región, informó la Policía en un mensaje. Según los medios locales, al menos un tailandés resultó herido en Phuket (sur), uno de los principales destinos turísticos del país, donde estallaron dos bombas. Las dos bombas que estallaron en la provincia de Phang Nga, al norte de Phuket, no causaron víctimas.
"Las bombas, detonadas a distancia con un teléfono móvil, son del mismo tipo de las que utilizan los insurgentes en el sur", detalló otro portavoz policial. En una rueda de prensa posterior, el jefe de la Policía Nacional de Tailandia descartó la intervención del terrorismo internacional en estos atentados.
Ningún grupo o persona se ha atribuido la autoría de las explosiones. Los atentados y ataques en Tailandia son habituales en el sur del país, que es escenario de un conflicto separatista que ha causado la muerte de 6.500 personas desde 2004. Las explosiones en Bangkok y otras ciudades del centro y norte del país no son habituales.