Las actuaciones militares para combatir los incendios de la Amazonia en Brasil son prácticamente anecdóticas. El ejército ha intervenido solo en 821 de los 18.222 focos activos que arrasan la selva este septiembre.

Han sido 571 incursiones terrestres y 250 aéreas que apenas han ayudado a paliar los daños causados por el fuego. Por otro lado, los soldados han arrestado a 63 personas, acusadas de quema ilegal y de deforestación.

El científico brasileño Carlos Nobre alertaba en la Cumbre de Acción Climática de la ONU de que el Amazonas se está convirtiendo en una sabana, asegurando que "de no combatir a fondo su deforestación será un suicidio".

Por su parte, Bolsonaro ha insistido en que "el Amazonas no es el pulmón del mundo" y ha negado que esté "siendo devastada o consumida por el fuego".