El pasado 22 de julio fuentes castrenses calificaron su estatus como "desaparecido" pero no le dieron oficialmente por "muerto", ni tampoco lo hizo la familia, porque no había una prueba concluyente en ese sentido, según lo exige el protocolo militar.
Este viernes, en un comunicado, el Ejército aseguró que, tras la investigación realizada por un comité especial, y "teniendo en cuenta todas las cuestiones religiosas, médicas y demás pertinentes", el grupo determinó que "un soldado murió durante la acción y se desconoce dónde fue enterrado".
Fuentes castrenses explicaron, previamente, que Shaul, miembro de una unidad de la Brigada Golaní, formaba parte de la tripulación de un antiguo M-113, un vehículo blindado para el transporte de fuerzas de infantería destruido el sábado de madrugada por una granada antitanque RPG.
El blindado estaba implicado en un enfrentamiento con milicianos de Hamás en el barrio de Shayahíe cuando, tras atrancarse, una granada antitanque impactó en la parte superior. Dos soldados que habían salido para conectar una cadena de rescate a otro blindado resultaron heridos, y los otros siete fueron dados por muertos desde un principio.
Otros seis ocupantes del vehículo, de un total de nueve, sí habían sido anunciados muertos e identificados por pruebas de ADN. Tras la confirmación militar, son ya 33 los soldados israelíes que han perecido en Gaza desde que el pasado 16 de julio el Ejército iniciara una incursión terrestre en la Franja, que también ha causado la muerte a más de 800 palestinos, en su inmensa mayoría civiles.