Al menos una persona ha fallecido y 33 han resultaron heridas en Bélgica, a consecuencia de la explosión de varios vagones de un tren de mercancías que transportaba sustancias químicas inflamables, tras descarrilar cerca de la localidad de Schellebelle. Las víctimas son vecinos que vivían junto a la zona en la que descarriló el convoy. El accidente también motivó la evacuación de unas 500 personas entre las localidades de Schellebelle y Wetteren.
Eltren procedía de Holanday se dirigía hacia el puerto belga de Gante, informó en un comunicado Infrabel, la sociedad que gestiona el tráfico ferroviario en Bélgica, que en un primer momento afirmó que no había que lamentar víctimas o heridos. Momentos después de producirse el accidente, los servicios de emergencias llegaron al lugar y establecieron un perímetro de seguridad que implicó la evacuación de los vecinos. Además, se activaron los planes comunal y provincial de urgencia.
Los bomberos advirtieron de que en lastareas de extinción del incendiode los vagones podían liberarse vapores tóxicos, por lo que pidieron a los vecinos en un radio de medio kilómetro del lugar del siniestro permanecer en sus casas con las ventanas cerradas, por precaución.
En total, de los trece vagones del tren descarrilaron ocho y tres se incendiaron después de que el convoy hubiese efectuado un cambio de vías. Pudo producirse un error en el cambio de agujas. También hay "fuertes indicaciones" de que el maquinista "no cometió ninguna falta".
El gobernador de la región de Flandes Oriental, Jan Briers, señaló que los fallecidos y afectados son vecinos que se encontraban en las proximidades de la línea ferroviaria donde el convoy descarriló. La ministra belga del Interior, Joëlle Milquet, precisó que aún está por determinar "si hay un vínculo entre el fallecimiento y el accidente del tren", por lo que se ha abierto una investigación.