El presidente estadounidense, Joe Biden, ha preparado este martes el terreno para su reelección en 2024 con un discurso en el que ha marcado diferencias con los republicanos, ha aguantado abucheos y ha intentado siempre mantenerse por encima, convencido de que su misión es restaurar "el alma" del país. "Porque el alma de nuestra nación es fuerte, porque la columna vertebral de esta nación es fuerte, porque el pueblo de esta nación es fuerte, porque el estado de la Unión es fuerte. Mientras estoy aquí esta noche, nunca me he sentido tan optimista sobre el futuro de Estados Unidos", ha proclamado Biden en su discurso ante el Congreso.

El segundo discurso de Biden sobre el Estado de la Unión se ha producido en un punto de inflexión: en la mitad de su mandato y solo semanas antes de que anuncie oficialmente si optará a la reelección en las elecciones de 2024, aunque ya ha dicho que tiene intención de hacerlo. Su discurso, de 72 minutos, ha estado centrado en política nacional y el objetivo era hablar de la economía y de otros asuntos que preocupan a los millones de estadounidenses que estaban viéndole desde casa. Si el año pasado Biden empezó su discurso hablando de la invasión que acababa de lanzar sobre Ucrania el presidente ruso, Vladímir Putin; esta vez el nombre del dirigente ruso no ha llegado hasta pasada la hora del discurso.

Las frases que más ha repetido durante el discurso han sido: "¡Acabemos el trabajo!" y "¡solo estamos empezando!", que ha usado para instar al Congreso a aprobar algunas de las políticas con las que llegó a la Presidencia, como reducir los precios de la insulina, y que aún no ha logrado sacar adelante. Pese a los agrios intercambios con la oposición, que mostraron la división del país, Biden ha querido retratarse como un líder capaz de llegar a acuerdos con los republicanos y restablecer la decencia en la política estadounidense, la idea que ya centró su campaña para las elecciones de 2020. Como entonces, Biden ha asumido la misión de dar consuelo y transmitir seguridad a una nación sumergida en la incertidumbre económica, el miedo a una recesión, y que ve con preocupación la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con China.

Claves del discurso

Biden ha hecho este martes un llamamiento al Congreso estadounidense para que prohíba los fusiles de asalto y lleve a cabo una reforma de la Policía, todo ello haciendo referencia a los últimos tiroteos ocurridos en el país y a los abusos policiales sobre la población negra. El mandatario estadounidense ha pedido a los legisladores del país que salven vidas prohibiendo las armas de asalto "de una vez por todas", recordando que una prohibición temporal aprobada en 1994 llevó a que los tiroteos disminuyeran por un periodo de diez años, según ha destacado durante su intervención en el Estado de la Unión. Asimismo, ha instado a los congresistas a llevar a cabo una reforma de la Policía después de que varios agentes policiales de la ciudad de Memphis dieran una paliza mortal a un joven afroamericano, Tyre Nichols.

Por otro lado, el líder estadounidense ha señalado que el acero, cemento y otros materiales que se usen para la construcción de infraestructuras federales deberán ser fabricados en Estados Unidos. "Esta noche, anuncio nuevos estándares para pedir que todos los materiales de construcción usados para infraestructuras federales estén hechos en Estados Unidos", ha dicho Biden, que en otro momento de su discurso insistió en que su objetivo es no solo que las cadenas de suministro se garanticen sino que "empiecen" en Estados Unidos, fue más allá con su compromiso de utilizar materiales propios en las construcciones que financie el Gobierno federal.

Biden también ha defendido el derecho de las mujeres a elegir y ha advertido ante las cámaras que, si el Congreso aprueba una prohibición nacional del aborto, la vetará. "Si el Congreso aprueba una prohibición nacional del aborto, la vetaré", ha apuntado el mandatario, quien ha recordado en el discurso sobre el estado de la Unión que "aquí en la Casa del Pueblo, es nuestro deber proteger todos los derechos y libertades de las personas". Cabe recordar que este es el primer discurso sobre el estado de la Unión que el presidente da desde que el Tribunal Supremo derogara la sentencia 'Roe contra Wade' que había protegido el derecho al aborto en Estados Unidos desde 1973. Desde entonces está en manos de cada estado la decisión de modo que 18 de los 50 estados del país han prohibido el aborto o lo han restringido severamente.

El presidente norteamericano ha subrayado que vetará igualmente los intentos de revocar su ley de reducción de la inflación, sobre todo si buscan impedir la reducción de los precios de los medicamentos. "Algunos miembros (del Congreso) están amenazando con retirar la ley de reducción de la inflación. No se equivoquen, si intentan hacer algo para aumentar el coste de los medicamentos, lo vetaré", ha destacado. Y ha recordado algunos de los planes de los republicanos, quienes "en lugar de hacer a los más ricos pagar su parte justa quieren poner cláusulas para revisar cada cinco años planes como los de Medicare o la Seguridad Social y pretenden que "Estados Unidos se ahogue en su propia deuda por primera vez en su historia".

Biden evita mencionar el escándalo de los papeles clasificados, una de las mayores polémicas de su legislatura

Otra de los puntos claves del discurso de Biden ha pasado por la legislación para elaborar leyes que permitan imponer límites más estrictos a los datos personales que las empresas tecnológicas recopilan sobre los ciudadanos: "Es hora de aprobar una legislación bipartidista para evitar que las grandes tecnológicas recopilen datos personales de niños y adolescentes en línea, prohibir la publicidad dirigida a niños e imponer límites más estrictos a los datos personales que estas empresas recopilan sobre todos nosotros". Ante los congresistas de las dos Cámaras, Biden ha asegurado que es hora de "responsabilizar a las empresas de redes sociales por el experimento que están realizando con nuestros niños con fines de lucro".

Pese a que en las últimas semanas han sido el centro del rifirrafe político en Estados Unidos, los papeles clasificados que el presidente y otros políticos guardaron de manera indebida no han tenido ni una sola mención en el discurso sobre el estado de la Unión. Este enero se destapó que en noviembre el equipo del mandatario había encontrado documentos sensibles y clasificados de la época en la que fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y en la que fue senador (1973-2009). Desde entonces el Gobierno estadounidense ha anunciado el hallazgo de más documentos varias veces. El pasado 12 de enero, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció la designación de un fiscal especial, el conservador Robert Hur, que estudiará todos los papeles clasificados encontrados.

Hace unos días también salió a la luz el hallazgo de documentos en la casa del exvicepresidente Mike Pence, una situación que, sumada a los papeles hallados en la mansión del expresidente Donald Trump, forzó a los Archivos Nacionales a pedir a todos los exmandatarios y exvicepresidentes del país que revisen sus registros personales por si pudieran contener documentos confidenciales. Tanto la Casa Blanca como el propio Biden han insistido desde el principio en su disposición total a colaborar en las pesquisas del Departamento de Justicia y han tratado de desmarcarse del caso de los documentos clasificados hallados por el FBI en la mansión de Trump, por los que este también está siendo investigado.

Trump carga contra Biden

El expresidente estadounidense Donald Trump, candidato a la presidencia en 2024, ha aprovechado para criticar poco después a Biden, señalando que está abocando al país "a la Tercera Guerra Mundial". "Nos está llevando al borde de la Tercera Guerra mundial. Y además de todo eso, es el presidente más corrupto de la historia estadounidense", ha indicado en su respuesta al discurso sobre el estado de la Unión. Para Trump, Biden acumula un balance de deuda y problemas fronterizos y migratorios desde su llegada al poder en enero de 2021. "La buena noticia es que vamos a revertir cada crisis, calamidad y desastre que Joe Biden ha creado. Aspiro a la presidencia para acabar la destrucción de nuestro país y para acabar el trabajo pendiente para que Estados Unidos sea grande de nuevo", ha afirmado.

Trump ha considerado que el verdadero "estado de la Unión" es un país en el que "millones y millones" de inmigrantes han cruzado de forma ilegal la frontera, en el que los carteles de droga ingresan "miles de millones de dólares" y en el que "asesinos salvajes, violadores y delincuentes violentos salen de la cárcel para proseguir su ola delictiva". Biden y los demócratas, añadió, "han malgastado billones de dólares y provocado la peor inflación en medio siglo. Los salarios reales han caído por 21 mes consecutivo y los precios del gas se han disparado". Su crítica a su sucesor consideró además que este ha "instrumentalizado" el Departamento de Justicia, y él mismo se consideró "víctima" de esto y de la "persecución" a "sus opositores políticos".