Tras más de siete horas de asedio al Parlamento venezolano por grupos adeptos al Gobierno, diputados, periodistas y trabajadores pudieron abandonar la cámara, aunque algunos han denunciado que fueron víctimas de empujones e insultos en las cercanías del legislativo.
El Parlamento, controlado por la oposición, informó de que 120 trabajadores, 108 periodistas y 94 diputados opositores estuvieron "secuestrados por grupos armados afectos al Gobierno".
Una periodista local que estuvo en el lugar de los hechos dijo que al abandonar el recinto fue perseguida junto a varios colegas por personas identificadas con el chavismo que les insultaban y les amenazaban con pistolas. "Nos tiraron piedras, nos amenazaron y nos salvamos porque pasó un autobús en el que logramos huir", agregó la periodista, que prefirió no identificarse.
Decenas de partidarios del Gobierno llegaron a las inmediaciones del Parlamento y lanzaron en la zona varios artefactos pirotécnicos. Algunos de ellos iban armados con palos y entraron después por la fuerza en la sede del Legislativo, donde arremetieron contra los presentes golpeando y robando a diputados, periodistas y trabajadores de la Cámara.
El personal de seguridad de la Asamblea logró expulsar a los violentos minutos después de su irrupción en el perímetro, pero un grupo de chavistas permaneció fuera durante horas impidiendo la salida a todos los que se encontraban dentro.
La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) estableció un perímetro de seguridad en las entradas de la sede del Parlamento venezolano para permitir la salida de las más de 300 personas que quedaron dentro en un asalto en el que varios diputados resultaron heridos.
El presidente, Nicolás Maduro, se ha apresurado a condenar estos "hechos, extraños", atribuidos a seguidores del 'chavismo'. "Condeno absolutamente esos hechos hasta donde los conozco en este momento (...). Los condeno y he ordenado su investigación y que se haga justicia", ha declarado al término de un desfile militar por el Día de la Independencia.