La Casa Blanca fue cerrada temporalmente debido a un incidente ocurrido en uno de los controles de acceso al complejo presidencial, donde un individuo sacó un arma y, tras negarse a entregarla, le dispararon los agentes del Servicio Secreto, el cuerpo que protege al presidente de EEUU y su familia.
En un principio, cuando se registraron los disparos, se informó que el incidente había tenido lugar dentro del complejo presidencial, compuesto por la Casa Blanca como tal y otros edificios aledaños.
La Policía de Parques Nacionales fue la primera en informar de la activación del protocolo de seguridad ante un incidente ocurrido en la West Executive Drive, que separa el edificio de la Casa Blanca del Executive Office Building, el antiguo Ministerio de la Guerra, que actualmente acoge la oficina del vicepresidente.
Pasada la confusión inicial, se supo que el incidente no tuvo lugar dentro del complejo, sino fuera, en el control de acceso de la zona oeste, situado entre las calles 17 y E, en pleno centro de Washington.
Un individuo se aproximó a ese puesto de control y sacó un arma, aunque aparentemente no llegó a disparar. Al negarse a entregarla, un agente del Servicio Secreto le disparó en el abdomen y procedió a detenerlo.
El sospechoso, cuya identidad no ha sido divulgada, fue trasladado a un hospital en estado crítico y, tras darse por superada la alerta, el complejo presidencial fue reabierto menos de una hora después de la activación del protocolo de seguridad.