El primer ministro británico, David Cameron, no quiso comentar las revelaciones de que los servicios secretos de su país espiaron a las delegaciones que participaron en 2009 en dos cumbres del G20 en Londres.

El diario 'The Guardian' denunció que el centro de escuchas británico GCHQ llevó a cabo un "espionaje sistemático" por el que se interceptaron los teléfonos y ordenadores de políticos y funcionarios extranjeros participantes en esas reuniones.

En unas declaraciones a la cadena SkyNews, Cameron dijo que el Reino Unido nunca hace comentarios sobre los asuntos relacionados con la seguridad. Al ser preguntado si podía garantizar que los participantes al G8 no serán sometidos al mismo espionaje que las delegaciones del G20, insistió en que no pensaba comentar los asuntos relacionados con las actividades de inteligencia.