"No se puede
excluir", reconoció en una entrevista a la emisora de radio "France
Inter" Núñez, que insistió en mostrarse "muy prudente" sobre la
naturaleza terrorista de ese ataque, pese a que el autor, un hombre natural de
Estrasburgo de 29 años, está fichado por radicalización islamista. Estrasburgo
está a orillas del río Rin, que sirve de frontera entre Francia y Alemania.
En los puentes que
atraviesan el río se han reforzado los controles por parte de las fuerzas del
orden de los dos países. Francia elevó la pasada madrugada el nivel de alerta
terrorista a "urgencia de atentado".
El secretario de Estado
hizo hincapié en que "la motivación terrorista del acto en este momento no
se ha establecido", después de explicar que el sospechoso tenía
antecedentes por delitos comunes, por los que había estado varias veces en la
cárcel, pero no por delitos terroristas.
Fue en una de sus
estancias en prisión cuando se detectó "una radicalización en la práctica
religiosa, pero sin signos de un paso a la acción". "Nada permitía
detectar un paso a la acción en su vida corriente", repitió antes de
añadir que una "hipótesis entre otras" es que el ataque al mercado de
Navidad lo hiciera en respuesta a la operación policial que ayer por la mañana
se había organizado en su barrio de Neudorf, en el sur de Estrasburgo, para
intentar detenerlo por su presunta implicación en una tentativa de homicidio
por delincuencia común, no terrorista.
De hecho, Núñez precisó
que en esa operación en la que no pudo ser arrestado, sí fueron detenidas cinco
personas, pero siempre por hechos de delincuencia común. Contó que el
sospechoso estaba fichado por los servicios secretos por radicalización
religiosa y estaba siendo objeto de "un seguimiento activo" desde su
salida de la cárcel a finales de 2015.
El responsable de
Interior subrayó que desde finales de 2013 las fuerzas del orden han frustrado
55 atentados y recordó que hay 20.000 personas fichadas como él en Francia, de
las cuales 12.000 son objeto de seguimiento.