La víctima mortal es un alemán de 50 años, informó la Policía hamburguesa en un comunicado, mientras que los heridos son una mujer de la misma edad y cuatro hombres, de entre 19 y 64 años, además de un ciudadano de 35 años que persiguió y redujo al agresor.

Las autoridades alemanas han confirmado asimismo que el atacante, nacido en los Emiratos Árabes y al parecer palestino, había visto rechazada su solicitud como refugiado y estaba pendiente de expulsión, pero que no se había podido proceder a ella por no tener los papeles en regla.

Varios testigos presenciales habían afirmado previamente que el agresor llevaba un enorme cuchillo o un machete y que había gritado "Alla u-Akbar" ("Dios es grande") inmediatamente después de la primera agresión, que provocó la víctima mortal.

El hombre trató de escapar del lugar, pero fue perseguido por un grupo de entre ocho y diez personas que escucharon gritos de auxilio y asistieron a las escenas de pánico. Lograron reducirlo a escasa distancia del supermercado y retenerlo hasta que llegó la Policía.

El ministro de Hamburgo y el fiscal Bernd Krüsser, insistieron en que se le conocían tendencias islamistas, pero no una vinculación al yihadismo, y relataron que tenía antecedentes por delitos menores. En el albergue de refugiados donde residía se le conocía como una persona conflictiva, con problemas de drogas y alcohol, y que él mismo estaba impaciente por regresar a su país.

Según el fiscal Krüsser, el atacante había entrado en Alemania por Dortmund en 2015, donde presentó su solicitud de asilo y desde donde se le envió a un centro de refugiados de Hamburgo mientras se estudiaba su petición, que fue rechazada en 2016. Se tiene constancia de que anteriormente había pasado por varios países europeos, entre ellos Noruega, Suecia y España.