El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, ha afirmado  que la nueva autorización a particulares para adquirir dólares "tendrá continuidad en el tiempo" y que el Gobierno impondrá sanciones si tras la devaluación del peso hay abusos de precios por parte de sectores nacionales.

El ministro ha subrayado que el levantamiento parcial de las restricciones a la compra de dólares que entrará en vigor este lunes, "va a tener continuidad, va a ser mensual en base a los ingresos y va a apuntar a los que no han accedido a los dólares en este tiempo".

Durante una entrevista en la televisión pública argentina, Kicillof señaló también que habrá controles y sanciones del Estado para evitar que haya subidas de precios injustificadas por parte de los sectores de producción nacional, no afectados por las cotizaciones de las divisas.

El ministro declaró que "el comerciante que dice que hubo un devaluación del 16%" por ello aumenta de los precios "miente y roba", porque "el componente importado de la economía es del 30 %".

El titular de la cartera de Economía explicó que el efecto de la devaluación no es lineal "ni sobre los precios ni sobre el salario", e instó a organizaciones y sindicatos a que ayuden a controlar los precios.

Las declaraciones de Kicillof salen al paso de la incertidumbre sobre el impacto que tendrá la acusada devaluación de la moneda nacional durante la semana pasada, cuando la cotización del dólar cerró en 8 pesos por cada unidad tras acumular un incremento semanal del 17 %, sobre los precios.

El Gobierno logró estabilizar la cotización tras anunciar por sorpresa que a partir de este lunes se levantarán parte de las restricciones del denominado "cepo al dólar", vigentes desde 2011, al permitir a personas físicas comprar la divisa para ahorro y tenencia.

Agrupaciones de supermercados argentinos advirtieron durante el fin de semana de que la depreciación tendrá consecuencias en los costes, e incluso llegaron a señalar que algunos intermediarios aplicaron ya subidas de entre el 5 y el 10%.

La inflación es una de las principales preocupaciones de la sociedad argentina, y aunque Gobierno pronostica una inflación del 10,4% para 2014, las consultoras privadas cifran ese índice alrededor del 30%.