Jesse Baird y su pareja, Luke Davies, fueron asesinados el pasado lunes 19 de febrero a manos de un policía de alto rango. Sus compañeros de la policía han tardado cuatro días en que el autor de los hechos confesara dónde había enterrado el cuerpo del periodista y de su pareja.

Baird era una de las caras jóvenes más populares y carismáticas de la televisión australiana. A sus 26 años, había encontrado el amor en Luke, azafato de vuelo. Lo último que se vio de ellos fue en un concierto. Poco después, fueron víctimas de un sórdido asesinato a manos de un policía de alto rango, un amante fugaz -y despechado- del presentador.

El pasado día 16, el agente Beau Lamarre sacó de comisaría un arma reglamentaria con un falso pretexto. El lunes 19, los vecinos de la pareja oyeron disparos en su casa, pero no lo denunciaron. Ese día, Lamarre alquila una furgoneta con la que se desharía de los cuerpos. El miércoles 21, se encuentran pertenencias de los asesinados, ensangrentadas, en un contenedor de basura.

Dos días más tarde, el agente se entrega, pero no cuenta la localización de los cuerpos hasta este miércoles, cuando también ha confesado que su objetivo era el presentador, viéndose 'obligado' a matar a ambos. Las autoridades admiten fallos en la custodia de las armas y avanzan que van a echarle del cuerpo.