Alexis Tsipras ha señalado que el las elecciones del próximo domingo los griegos volverán a decir "no", esta vez a las políticas "del pasado", y lanzarán un mensaje de aliento a España y Portugal, donde se celebran comicios este año.

"El domingo el pueblo dirá otra vez 'no', no al viejo sistema que representa la Nueva Democracia de Meimarakis", exclamó Tsipras en el acto de fin de campaña en una abarrotada plaza Syntagma, en el corazón de Atenas.

Aludió con ello al claro "no" que dieron los griegos en julio a la propuesta de rescate formulada entonces por los acreedores internacionales, que el Gobierno de Tsipras acabó finalmente aceptando, con algunos matices.

En un discurso combativo, el líder izquierdista ha pedido un mandato fuerte para dar al traste con "la intención de los conservadores de convertir nuestro Gobierno en un paréntesis" de la historia.

Grecia celebra el domingo un nuevo referéndum y la pregunta es si Grecia quiere marchar hacia adelante o hacia atrás, dijo Tsipras, quien añadió que un voto claro se podrá convertir en un mensaje fuerte a los países donde también se celebrarán este año elecciones: Portugal, España e Irlanda.

"Imagínense lo que pasará si el primer ministro griego tiene a su lado a Pablo Iglesias en España, a Gerry Adams en Irlanda y a un primer ministro progresista en Portugal", afirmó Tsipras y añadió que el resultado en Grecia es de crucial importancia para las fuerzas progresistas en Europa.

Entre los políticos que arroparon a Tsipras en este último acto electoral estaba el secretario general del partido Podemos, quien subió al escenario y se dirigió al electorado griego en español. Iglesias dijo que vino a Atenas a acompañar "a un amigo", ya que, aseveró, "la amistad se muestra en momentos difíciles".

El líder de Podemos comparó a Tsipras con un "león que lucha contra buitres". "En los seis meses que dimos la batalla hicimos lo mejor para poner fin a la monocultura de la austeridad y nuestra lucha provocó un terremoto en Europa.

"Europa ya no será la misma tras estos meses de dura negociación", aseveró por su parte Tsipras. También instó a los indecisos a no quedarse en casa, porque, dijo, "es necesario que no se pierda ni un solo voto".

"No dejemos que la abstención gane, porque la abstención no es una decisión antisistema, es lo que desea Nueva Democracia", dijo el líder izquierdista y agregó que "cada voto que se pierde para Syriza es un voto de confianza a la corrupción".

Se dirigió en concreto a todos los votantes que optaron por Syriza en enero y que las encuestas dan ahora como indecisos, y les aseguró que "por decepcionados que estén", no deben olvidar que no se puede ganar en un día y que se trata de una lucha larga.