Unas 25.000 personas marcharon por la capital de México para exigir que aparezcan con vida los 43 estudiantes desaparecidos, mientras sus familiares dieron al Gobierno un plazo de dos días para encontrarlos.

La manifestación estuvo integrada por estudiantes, maestros, grupos sindicales y sociales, quienes exigieron que encuentren con vida a los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

El pasado 26 de septiembre, policías municipales de la ciudad de Iguala dispararon sus armas contra los estudiantes y dejaron seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos. Según la investigación oficial, los policías municipales de Iguala y del vecino municipio de Cocula entregaron a un grupo de estudiantes detenidos a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.

El fiscal general, Jesús Murillo, dijo que los inductores de todo lo sucedido aquella noche son el entonces alcalde, José Luis Abarca; su esposa, María de los Ángeles Pineda, y el secretario de Seguridad, Felipe Flores, quienes se encuentran prófugos.