La agente de Policía blanca de Tulsa, en Oklahoma, que mató a tiros a un afroamericano desarmado cuyo vehículo se había averiado y bloqueaba una calle, se ha entregado a las autoridades, que la buscaban por homicidio imprudente, según los registros penitenciarios.
Betty Shelby, de 42 años, ha entrado en la prisión del condado de Tulsa después de ser imputada por homicidio por la muerte de Terence Crutcher, de 40 años. Finlamente, Shelby ha sido puesta en libertad tras el pago de una fianza de 50.000 dólares y está previsto que comparezca ante el tribunal el 30 de septiembre.
Los documentos judiciales presentados por la oficina del condado de Tulsa acusan a Shelby de reaccionar de manera excesiva y escalar la situación que llevó a disparar a la víctima. De ser condenada, se enfrenta a hasta cuatro años de cárcel, según los abogados.
En dos vídeos aportados por la Policía de Tulsa, se puede ver a Crutcher, la víctima, con las manos en alto poco antes de ser disparado. La Policía ha dicho que Crutcher no iba armado y no había tampoco ningún arma en el vehículo. Publicaron los vídeos, uno tomado por un helicóptero y otro desde el coche patrulla, en un intento de transparencia.
El incidente ha intensificado el examen sobre el uso excesivo de la fuerza y las denuncias de parcialidad racial por parte de los cuerpos de seguridad frente a las minorías.