La introducción de un impuesto sobre el patrimonio, un salario mínimo y la construcción de una Europa más integrada y solidaria, forman parte del programa del dimisionario presidente del Gobierno italiano, Mario Monti, quien espera ahora que una o más fuerzas políticas lo adopten en su campaña electoral.

Monti dictó su principal condición para poder ser presidente del Gobierno tras las elecciones del 24 y 25 de febrero: "que una o varias fuerzas políticas apoyen mi agenda".

Horas después, se colgaba en Internet la anunciada "agenda Monti", un documento de 25 páginas bajo el título "Cambiar Italia. Reformar Europa por un empeño común", un verdadero programa electoral que contiene las medidas para aprobar en el futuro para evitar que el país vuelva a caer en la crisis y propuestas para mejorar la Unión Europea.

El excomisario europeo ha elegido esta fórmula para dar su disponibilidad ante las elecciones, ya que cómo recordó no puede presentarse como candidato en las listas electorales pues ocupa ya un escaño en el Parlamento como senador vitalicio.