Un activista bielorruso, Stepan Latypov, se ha clavado un bolígrafo en el cuello en pleno juicio contra él, segundos después de denunciar que había sufrido presiones para declararse culpable de los cargos.
"Me han amenazado: si no admito mi culpa, me torturarán y abrirán casos penales contra mi familia. Así que prepárense", afirmaba desde la celda en la que comparecía, instantes antes de clavarse el bolígrafo en la garganta, generando gritos de pánico y caos en la sala. "Todos comenzaron a gritar. La Policía no podía abrir la celda porque no tenían llave", ha declarado una testigo en el juicio.
Latypov llevaba en prisión ocho meses, desde el pasado mes de septiembre, cuando fue detenido por intentar evitar que la Policía borrara un mural de la oposición. Además de esta supuesta resistencia a la autoridad también se le imputaba fraude y financiación de las protestas contra el presidente Aleksandr Lukashenko.
El activista denunciaba haber sufrido torturas durante los últimos 51 días de su encarcelamiento y este martes le han sacado del juzgado ensangrentado e inconsciente. Según medios locales, Latypov ha sido operado y se encuentra sedado con respiración asistida.
Este episodio se produce poco más de una semana después de que las autoridades del país desviasen un vuelo de Ryanair, con el pretexto de una falsa amenaza de bomba, para arrestar a un periodista crítico con Lukashenko, Román Protasevich, cuya familia ha denunciado que fue agredido para grabar su confesión.