United Auto Workers (UAW) suspendió oficialmente este lunes la huelga que mantenía en Estados Unidos desde el 15 de septiembre contra General Motors (GM), Ford y Stellantis tras alcanzar una victoria "histórica" para los trabajadores.
El tercer y último acuerdo, con GM, fue anunciado este lunes de forma simultánea por los presidentes de UAW, Shawn Fain, y del fabricante de automóviles, Mary Barra. Fain declaró en un vídeo colgado en las redes sociales que el pacto provisional, que ahora tiene que ser ratificado por los trabajadores, fue alcanzado por la mañana.
"Una vez más, hemos ganado una serie de victorias increíbles", afirmó. "Ahora que tenemos un innovador acuerdo provisional con GM, suspendemos oficialmente nuestra huelga contra los Tres Grandes (GM, Ford y Stellantis)", añadió el líder sindical. Por su parte, la presidenta y consejera delegada de GM, Mary Barra, dijo en un comunicado que la compañía estaba satisfecha con ese pacto "que refleja las contribuciones de los trabajadores" a la vez que permite al fabricante seguir invirtiendo en Estados Unidos.
La existencia del acuerdo había sido adelantada horas antes por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien reveló este lunes que efectivamente las negociaciones habían llegado a buen puerto tras meses de reuniones.
"Acabo de hablar con (el presidente de UAW) Shawn Fain. Han logrado un acuerdo histórico con GM, Ford y Stellantis. Un gran acuerdo peleado con intensidad", declaró. Cuando Fain explicó el domingo a sus afiliados el contenido del acuerdo firmado con Ford el pasado 25 de octubre, y que fue seguido el sábado por el de Stellantis, el presidente de UAW también calificó como históricas las concesiones arrancadas a las empresas.
Biden afirmó que los nuevos convenios colectivos con los tres grandes fabricantes de Detroit "recompensan a los trabajadores que aceptaron grandes concesiones para mantener el sector en marcha durante la crisis financiera de hace más de una década".
¿Qué han conseguido?
Los acuerdos suponen aumentos salariales del 25 %, mejores prestaciones para la jubilación, más facilidades para que los trabajadores temporales se conviertan en permanentes en menor tiempo e inversiones de miles de millones de dólares en nuevas plantas en EE.UU. También otorgan a los Tres Grandes de Detroit paz laboral durante los próximos cuatro años.
La huelga ha costado alrededor de 200 millones de dólares (unos 188 millones de euros) a la semana a cada uno de los tres fabricantes, entre 1.200 y 1.300 millones de dólares en total durante las seis semanas de disputa. Michelle Fecteau, directora del Centro para Estudio Laborales y Comunitarios de la Universidad de Míchigan, declaró a EFE que los nuevos convenios colectivos negociados por UAW son "muy positivos" para los empleados.
Fecteau destacó que UAW no ha logrado todo lo que había puesto sobre la mesa, como el aumento salarial del 40 % con el que empezó la negociación, pero aplaudió el liderazgo de Fain, que llegó a la presidencia de UAW a principios de este año, cuando el sindicato estaba inmerso en una grave crisis de credibilidad por la corrupción de algunos de sus anteriores dirigentes.
"Los trabajadores reciben solo las migajas"
"No sabíamos si confiar en Fain y lo que su nueva estrategia terminaría logrando, pero creo que ha demostrado que ha sido bastante acertada", añadió. Nada más llegar a la presidencia de UAW, Fain adoptó un agresivo plan que culminó el 15 de septiembre con el inicio de la primera huelga simultánea y progresiva en la historia del sindicato contra los Tres Grandes de Detroit.
Las implicaciones de la victoria sindical podrían sentirse en todo Estados Unidos en un momento en que hay un creciente interés entre los trabajadores por recuperar lo perdido desde hace años, especialmente cuando la diferencia salarial con respecto a ejecutivos se ha disparado.
"Hay un sentimiento general en todo el país de que los trabajadores están recibiendo sólo las migajas. Mientras que la riqueza de milmillonarios y multimillonarios aumenta, los salarios han estado congelados. Especialmente después del COVID-19, cuando muchos trabajadores arriesgaron sus vidas", explicó Fecteau.
"La gente está diciendo que no es justo y la huelga de UAW ha tenido un inmenso apoyo entre la población general. Por eso hemos visto más huelgas, más grandes. Creo que (el éxito de la protesta de UAW) puede animar a la gente a unirse a sindicatos", concluyó la experta en estudios laborales.