Su nombre es Boukoum, tiene sólo 15 años y trabaja sin ver el sol en los túneles de las minas de oro de Burkina Faso. No ha estudiado y sus manos son su herramienta de trabajo para conseguir algo para comer. Como él casi 20.000 niños trabajan en las minas de este país y más del 80% no han ido a la escuela. La cifra en todo el mundo es desgarradora: 215 millones de niños obligados a cambiar su infancia por un trabajo.