El 24 de febrero de 2022 arrancó de forma oficial -pese a las tensiones que ya se venían registrando las semanas anteriores- la invasión rusa de Ucrania; una operación orquestada por Vladimir Putin que ha conducido a una guerra que, a día de hoy, casi dos años después, se mantiene. Tras miles de muertes, una situación crítica para la población civil y la desolación de un país que no ha parado de sufrir bombardeos y ataques terrestres, el futuro de este conflicto no parece estar nada claro.

Así lo han reconocido fuentes militares ucranianas a laSexta, cadena a la que han confesado que el ánimo no es bueno de cara a afrontar la invasión en este 2024. Cabe recordar que el año pasado, precisamente por estas fechas, había mucha esperanza entre las autoridades y tropas ucranianas por la evolución que estaba viviendo la guerra sobre el terreno, con un escenario relativamente positivo para el país invadido. Fue en otoño del 2022 cuando Ucrania avanzó mucho y recuperó gran parte del terreno en el norte y en el sur; en Jarkiv y en Jersón.

Entre los soldados y altos mandos ucranianos había muchas esperanzas puestas en 2023 precisamente por la reconquista del terreno que se fue dando en los meses anteriores, pero este ansiado escenario no se ha cumplido. Esto es, la contraofensiva ucraniana no avanzó lo que se esperaba. Ahora, frente a lo ocurrido a finales de 2022 y a lo largo de este año, para 2024 hay sobre todo preocupación. En términos materiales, todo apunta a que Rusia va a mantener la ventaja en el conflicto.

Tal es la situación ahora mismo que desde el bando ucraniano se habla mucho más ahora de operaciones defensivas y de la importancia de construir infraestructuras para aguantar los ataques rusos que seguirán teniendo lugar en los próximos meses. Quizá atendiendo a lo que parece ser un momento crucial en la guerra el presidente del país, Volodímir Zelenski, ha viajado a Estados Unidos con la intención de persuadir a los congresistas republicanos para que respalden la nueva propuesta de ayuda a Ucrania.

Una propuesta tasada en más de 60.000 millones de dólares que fue presentada por el presidente de EEUU, Joe Biden, principal aliado de Zelenski en la guerra y con el que, justamente, se reunirá el líder ucraniano con el objetivo de fortalecer esa alianza. De momento, desde el Kremlin se han limitado a decir que "los miles de millones de dólares invertidos en Ucrania no han tenido éxito en el campo de batalla", y creen que los demás fondos destinados a las necesidades militares de Kyiv correrán la misma suerte.