¿Qué hacer si se alcanzan los 50 grados? Así afecta a cuerpo y mente el calor cada vez más extremo en España

Asusta, pero cada vez está más cerca de ser una realidad. Cada vez parece más próximo el ver esa temperatura, ese número redondo que pone los pelos de punta y que avisa que quizá hay algo que no estamos haciendo bien. Porque los 50 grados ya son una opción. Una real. Una que podría darse este verano a tenor de lo que está pasando en este mes de junio.

Y es que en el sexto mes del año se han alcanzado temperaturas de 46 grados. Temperaturas que son tan solo 1,5 grados menos de la más alta que, como cuenta el meteorólogo Álvaro Navarro, se alcanzó en La Rambla, en Córdoba, con esos 47,6 grados en agosto.

Así que toca prepararse. Porque va a afectar. Porque el cuerpo se va a resentir. Porque hay que prestar además especial atención a los más vulnerables que, en caso de llegar a unas temperaturas tan extremas, serán los mayores, los más pequeños y las personas con enfermedades crónicas.

"Su organismo regula peor el calor, esto puede provocar deshidratación, hasta golpes de calor que requieran atención urgente", cuenta el doctor Raúl Salmerón Ríos, responsable de Salud Pública en SEMG.

Y no solo hay que estar pendiente del apartado físico, porque la salud mental también se vería resentida tal y como cuenta el doctor: "Agotamiento, irritabilidad, trastornos de sueño... Puede agravar incluso casos de ansiedad".

Todo es cuestión de adaptarse, pero el proceso no es ni mucho menos sencillo. "El modo de vida que tenemos es incompatible con las altas temperaturas. Adaptarnos ya es un esfuerzo por las temperaturas que tenemos", expresa José Luis García, responsable del área del cambio climático de Greenpeace, quien advierte de los riesgos de llegar a los 50 grados.

Además, el calor extremo conlleva otros riesgos. "Se van a multiplicar los incendios de gran envergadura", cuenta José Luis García.