"Pensábamos que era un barco que se había dado la vuelta", cuenta Rubén Buceta, uno de los marineros de Bueu, Pontevedra, que se encontró el cuerpo de la ballena flotando. Cuando vieron que se trataba del cetáceo, llamaron a Emergencias.

Las labores para llevar a la ballena a tierra fueron lentas y laboriosas. Lo más complicado del rescate fue evitar que el cuerpo se rompiese. Benito, uno de los responsables de retirarla del mar, explica que un barco de Salvamento Marítimo con un remolque llevó a la ballena hasta tierra.

Después, elevaron al cetáceo con una grúa capaz de levantar las 20 toneladas que pesaba el cuerpo de la ballena.