Casi 200 euros, 198,87, es lo que cuesta de media en España la indemnización por despido de un trabajador. Según los datos de la Encuesta de Coste Laboral del INE, en diciembre de 2017 el finiquito era un 63,1% más barato que en 2011: de 530 euros ha pasado a menos de 200.
"Esto confirma lo que veníamos diciendo: se han modificado las condiciones al despedir, y eso supone un abaratamiento de los despidos", ha destacado Cristina Antoñanzas, vicesecretaria de UGT. Con la reforma laboral de 2012, las indemnizaciones por despido improcedente se redujeron de 45 a 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
También se ampliaron las causas del despido objetivo, reformas que, según expertos, solo han terminado beneficiando a empresarios. "Hace que tengan más facilidad para cambiar la plantilla, para despedir cuando crean conveniente y sin necesidad de que haya una causa". En las menores indemnizaciones también influye la precariedad laboral. Los contratos temporales o a tiempo parcial tienen menos salario base y menos antigüedad.
"Hay una inseguridad jurídica en la relación laboral, y más inestabilidad al no saber cuándo se va a acabar el contrato". Aún así, no todos los sectores se han visto igual de perjudicados. La minería, el gas y el petróleo son los que mejores indemnizaciones otorgan, mientras que los peor parados han sido los trabajadores de la industria, la construcción y los servicios.
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