“Cada vez hay más familias necesitadas, pero recibimos menos elementos de primera necesidad”, afirma Luis Fábregas, gerente de un banco de alimentos. Además, añade: “Quisiéramos llenarles la cesta para todo el mes pero a veces no es posible”.

Aunque las donaciones de empresas y particulares a los bancos de alimentos crece más que nunca, el retraso de las ayudas europeas está provocando la escasez de algunos alimentos esenciales como la leche. “Nos dieron 700 litros que a primera vista parece mucho pero hay que atender a casi 300 personas”, destaca Luis.

La Unión Europea se comprometió a destinar 500 millones de euros para ayudar a las familias españolas más desfavorecidas. Sin embargo, el dinero no termina de llegar. El Gobierno se ha visto obligado a adelantar 40 millones y aun así sigue siendo insuficiente.

Juan Raúl Sanz, director de la ‘Federación Española de Bancos de Alimentos’, denuncia que “con estos kilos solamente recibe una persona 80 kilos al año, es decir, algo menos de 2 kilos a la semana por persona”.

Mientras, las ONG piden que se agilicen los trámites desde Europa. “La unión de los Estados miembros esta parte no la pueden dejar”, señala Rosalía Guntín, miembro de la ‘Red Europea de Lucha Contra la Pobreza’. Y recuerdan que más de tres millones de personas en España siguen sin poder llenar la nevera.