Se le conoce como el oro líquido por sus propiedades beneficiosas y curativas y, ahora, es más oro que nunca también por su precio. El aceite de oliva se ha convertido en un bien de lujo y, cada vez, es más común encontrarlo en los supermercados con alarmas y precintos de seguridad. "Hay que afrontar esto con realismo, pero sin dramatismo", señala Luis Planas, ministro de Agricultura.

Su precio está marcando máximos históricos, superando, en ocasiones, los 10 euros por litro. La sequía mermó la última campaña y la producción no llegó ni a la mitad de la media española, pues se recogieron 663.000 toneladas, un 55% inferior a la última campaña.

Enrique García, portavoz de la OCU, apunta que "se está especulando con una futura cosecha muy corta, se está acaparando y se está esperando a vender el aceite muchísimo más caro". Y aunque el abastecimiento, según el ministro, ha estado y estará garantizado, las previsiones apuntan a que la próxima campaña no será muchomejor que esta.

"No vamos a llegar a una cosecha récord, tampoco a una cosecha media pero sí a una cosecha más elevada. Cualquier indicación en el supuesto de incremento de producción va a producir una disminución de precios", indica Planas. Un pronóstico que podría cambiar si la lluvia de estos días llega para quedarse.