El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha defendido que la solución a la crisis que vive el campo no pasa por un aumento generalizado de precios al consumidor, sino por un "reequilibrio" entre agricultores, fabricantes, supermercados y consumidores.

Planas, que se ha reunido con el sector del aceite de oliva y la aceituna, ha abogado por hacer un análisis de los márgenes de beneficio de cada eslabón y su contribución a la creación de valor para conocer la situación real y poder actuar.

Mientras, con la lupa puesta sobre ellas, las grandes distribuidoras se defienden explicando que llevar un limón del árbol hasta el supermercado incrementa su precio.

"Tenemos la tentación de pensar que un producto vale lo mismo que vale en su árbol", se queja Ignacio García Magarzo, presidente de Asedas, que añade que hay condiciones que no están en sus manos y que hacen oscilar el precio en origen.

Además, ponen el foco en las exportaciones para señalar que se llevan la gran parte de lo que sale del campo, que en el caso de la producción agraria supone el 52% del total.

Y en el caso más concreto de frutas y verduras supone mucho más, un 80%, siendo la venta a supermercados e hipermercados de un 11% de la producción; que el ministro quiere poner en valor frente a lo que se exporta.